Fobia a ir al médico: ¿Qué podemos hacer al respecto?

Ir al médico puede causar cierta incomodidad entre todas las personas, pero existen algunas a las que les genera ansiedad, taquicardias, mareo y hasta desmayos. Sí, la fobia de ir al médico es más común de lo que creemos.

Este tipo de fobia se le conoce como latrofobia, y ésta puede originarse debido a una mala experiencia o a un estímulo negativo que haya recibido un paciente por parte de un médico. En todo caso no todas las personas son susceptibles a estas experiencias.

Es importante que quien padezca esta fobia, identifique este trastorno por el cual lleva tiempo sufriendo, pues esto puede derivar en que el paciente omita ir al médico cuando su salud se encuentre en riesgo.

De hecho, estas fobias generan efectos colaterales, en los cuales muchos médicos terminan por no saben manejar la situación de que un paciente realmente sufre de fobia a “las batas blancas”, y reaccionan de manera poco asertiva.

Por otra parte, el médico debe estar capacitado para enfrentar circunstancias de miedo por parte de sus pacientes, ya que las conductas de los doctores pueden reforzar la fobia en los afectados.

Pero, ¿Qué tan mala pudo haber sido la experiencia previa con el médico?

Las fobias pueden parecer algo insignificante para quien no sufre de ellas, pero existe un trastorno real por parte del individuo que es presa de su fobia.

No todos tienen el mismo sistema de creencias, y así como algunos sienten fobia por los médicos, pueden existir los que teman a los insectos, e incluso a los cerrajeros, por absurdo que parezca.

Generalmente estas fobias no vienen solas; son netamente aprendidas y se producen con las primeras experiencias de tener que acudir al doctor, pues lamentablemente algunos médicos tienen conductas un tanto desviadas.

Esto puede ocurrir incluso cuando somos adultos, que algunos médicos se extralimitan en los exámenes que hacen a sus pacientes, de modo que un examen objetivo puede solapar un comportamiento sospechoso.

En todo caso la fobia no se limita a tener contacto con un facultativo; también hay personas que temen a las enfermeras, a las instalaciones del hospital, al dolor que posiblemente le toque atravesar al paciente, y un sinfín de razones más.

¿De qué manera se puede afrontar este tipo de fobias?

Nadie se encuentra libre de las enfermedades, y es importante que quien sufre de la fobia, hable de este trastorno primeramente con personas de su círculo familiar, a fin de enfrentar este miedo irracional contra los médicos.

En segundo lugar, es indispensable contactar con un especialista a fin de canalizar la fobia existente.

Y por último pero no menos importante, el paciente debe tener la voluntad de cambio para que pueda despojarse de ese temor paralizante hacia los médicos, y abra su mente y emociones al especialista que lo está tratando.

Hay que señalar que la presencia de los médicos es fundamental en nuestras vidas, y tienen una labor admirable de aliviar nuestras dolencias, salvar nuestras vidas, y mejorar significativamente nuestra salud.